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Conozca el curso de la recuperación tras la crisis del coronavirus en China y las posibles oportunidades resultantes en determinados mercados emergentes al escuchar la conversación entre Manraj Sehkon y Renee Anderson.
Transcripción
Renee Anderson: Manraj, empecemos con usted y su opinión acerca de China y los mercados emergentes.
Manraj Sekhon: En estos momentos, yo describiría la situación en China de dos formas.
En primer lugar, diría que se trata del principio de primero en entrar, primero en salir. Por tanto, los problemas que, como vimos, se desarrollaron a finales del año pasado y principios de este año en lo que a la propagación [del virus] se refiere ya están contenidas. La situación ha mejorado de manera significativa y estamos viendo una recuperación. En segundo lugar, yo diría que, de alguna extraña manera, ahora se ha cerrado el círculo y la auténtica preocupación y la atención real recaen en la propagación por las personas que llegan a China, en lugar de la propagación dentro del país, algo que considero que se puede gestionar. Sin embargo, por otra parte, creo que las mayores preguntas a medio y largo plazo son los efectos en el crecimiento, la demanda y la actividad fuera de China, así como sus implicaciones para el sector externo. En mi opinión, todavía nos quedan por ver esas consecuencias.
Volviendo a la cantidad de infecciones nuevas en China, la cifra es relativamente insignificante, habida cuenta de lo que está sucediendo en el mundo. Al analizar los acontecimientos sobre el terreno de las últimas semanas, observamos un mes de febrero centrado en devolver a la gente al trabajo. Ahora, en marzo, el objetivo del gobierno y de las empresas consiste en reanudar la producción. A nuestro juicio, alrededor del 60 % de la capacidad de producción está de nuevo en funcionamiento. Además, durante el mes de abril, seremos testigos del aumento de esa normalización. No cabe duda de que la situación repercutirá en las cadenas de suministro y el crecimiento, pero consideramos que China se está recuperando. Como ya he mencionado, la cuestión gira más bien en torno al sector externo.
Los dos primeros meses del año vimos los peores datos jamás registrados en China. Las ventas minoristas cayeron un 20 % y las inversiones en activos fijos, un 25 %. Nunca habíamos visto cifras como estas. No creo que la gente se vaya a centrar en esas cifras, pero nos dan una idea acerca de la ralentización de los primeros meses.
Me encuentro en Singapur, donde pronto nos vimos afectados por esta situación, al igual que China, y se adoptaron importantes medidas drásticas. Creo que si alguien llegase aquí desde algún otro lugar sin conocimiento de lo que está sucediendo y fuese al centro de la ciudad, en realidad no se imaginaría que nos enfrentamos a la situación de la COVID-19. Claramente se están adoptando medidas, la gente está teniendo mucho cuidado, se aplican medidas en el trabajo, los viajes, etc. Por consiguiente, se mantiene cierto grado de actividad, un nivel de actividad razonable, mientras que las áreas habituales se ven afectadas. Asimismo, cuando hablo con nuestro equipo sobre el terreno en China, concretamente en Shanghái, veo que las cosas han sido muy difíciles. No obstante, en estos momentos, en las calles de Shanghái, la situación está volviendo lentamente a la normalidad, con la adopción de las habituales medidas drásticas de protección.
Por lo tanto, a mi juicio, debemos ser capaces de analizar la situación y comprender lo que pasará si todos somos sensatos; y, cuando volvamos a la normalidad, todo será muy diferente.
Renee Anderson: Hablemos acerca de las herramientas normativas del conjunto de medidas ligadas a la recuperación.
Manraj Sekhon: Hemos asistido a una importante actividad normativa por parte del banco central en China en términos de tipos de interés bajos y apoyo a la refinanciación para pequeñas y medianas empresas, para aquellas empresas que están verdaderamente expuestas a lo que ha sucedido debido a la situación de la COVID-19. Hemos empezado a ver recortes en los tipos de interés. Hemos empezado a ver una bajada de entre 50 y 100 puntos [básicos] de los coeficientes de reservas obligatorias para los bancos. Y, en mi opinión, esto es solo el principio. En contraste con lo que hemos visto en los países occidentales, por ejemplo, por parte de la Fed [Reserva Federal], yo diría que las autoridades chinas están utilizando su artillería con mucho esmero y de una forma extremadamente calculada. Bajo mi punto de vista, veremos más actuaciones en esta línea.
Todavía están por llegar los estímulos fiscales. A lo largo de los últimos 12 a 18 meses, hemos presenciado numerosas reformas en China debido al plan a largo plazo, pero también en respuesta a la situación de la guerra comercial. No creo que el programa de reforma a largo plazo corra peligro, aunque no cabe duda de que quedará interrumpido hasta que superemos todo esto. Retomando el tema del panorama fiscal, considero que debemos prestar especial atención a una declaración muy interesante formulada por los dirigentes chinos la semana pasada: el enfoque pasará del crecimiento del PIB [producto interior bruto] a los puestos de trabajo. Se trata de una gran declaración de los líderes del país, y todo el mundo sabrá que los datos y los objetivos han sido uno de los principales centros de atención para los dirigentes chinos a largo plazo. El hecho de que se estén reorientando hacia el empleo pone de relieve ciertos aspectos.
Ante todo, refleja el desarrollo y la madurez de la economía, aunque a corto plazo. Sobre todo, pone de relieve que entienden que se trata de una crisis muy distinta y que se han dado cuenta de ello. Es una crisis que, en cierto modo, se distingue de las anteriores, una crisis que no pueden dominar necesariamente por sí mismos y resolver de inmediato. Por consiguiente, se centrarán en los puestos de trabajo. A mi juicio, a lo largo de las semanas y los meses siguientes, se anunciarán más medidas, posiblemente consistentes en apoyar a las empresas y garantizar que las nóminas permanezcan intactas, de manera que las compañías puedan conservar a los trabajadores y no se vean obligadas a reducir la plantilla. Así que esos son algunos de los aspectos de los que hay que estar pendientes.
Renee Anderson: Manraj, usted se encuentra a pie de calle en Asia, en los distintos mercados emergentes. ¿Qué se escucha en el plano local acerca de las repercusiones a corto plazo y qué piensa de las valoraciones actuales en esas partes del mundo?
Manraj Sekhon: Creo que esa es la pregunta clave, Renee. En primer lugar, según mi criterio, es demasiado pronto para saberlo. Hablamos todo el rato con las empresas sobre el terreno, no solo en China o Asia del Norte, sino en todos los países emergentes, y lo que estamos viendo, y creo que comparando con lo que nos dicen los mercados, está relacionado con la liquidez, la solidez de los balances y la cercanía a los consumidores. Claramente, las empresas con un punto de contacto directo con el cliente se están viendo perjudicadas.
Dicho esto, es evidente que existen también beneficiarios obvios. Hasta ahora, según las conversaciones mantenidas con las empresas sobre el terreno, se ha hecho hincapié en recuperar la cadena de suministro intacta en la tecnología y la fabricación, y en la industria. En vista de lo que está sucediendo con la demanda, algunas empresas están aumentando muy lentamente la utilización de la capacidad de nuevo e incrementando las existencias. Están teniendo mucho cuidado al respecto. A mi juicio, dado que en estos momentos la demanda está en duda, tenemos que tratar las cifras a corto plazo, las cifras de producción y las cifras operativas con mucha cautela. En muchos sentidos, esto ha pasado de ser un problema de oferta a ser un problema ligado a la demanda. Por tanto, en definitiva, diría que es demasiado pronto.
Lo que estamos viendo son unas consecuencias muy distintas en los distintos tipos de economías de los países emergentes. No cabe duda de que China está saliendo antes de la crisis. Creo que, al avanzar hacia el sur en Asia Oriental, en realidad depende del grado de influencia de los factores externos en las economías. Por consiguiente, en estos momentos, las economías más basadas en flujos afrontan inequívocamente momentos difíciles y, desde luego al menos a corto plazo, recesiones. Como sabemos gracias a los datos, estamos empezando a percibir los efectos de esta situación en algunas de las economías emergentes más importantes lejos de China, la India y Brasil. También empezamos a asistir a ciertas reacciones de los mercados a los posibles trastornos financieros que esto puede conllevar pero, una vez más, es demasiado pronto.
Volviendo a las preguntas, yo diría que, en China, la evolución que esperamos para el próximo período de entre seis y nueve meses es una recuperación impulsada a nivel nacional. Creo que las empresas que estén verdaderamente concentradas en lo que sucede en el plano local chino saldrán primero de la crisis; existe una gran cantidad de demanda contenida en el país y, a medida que China se normalice, se empezarán a notar los efectos en el gasto de los consumidores y las actividades relacionadas con el ocio, probablemente más pronto que tarde. Bajo mi punto de vista, deberíamos esperar esto para el primer semestre del año. Para mí, la pregunta más importante, aunque China sea ahora una economía mucho más basada en factores internos (aproximadamente dos tercios de la economía y los mercados tienen lugar a nivel nacional), vuelven a ser los sectores externos. Por consiguiente, habrá cierto contagio de la ralentización y lo que suceda en los países occidentales, lo que podría tener efectos secundarios en la evolución nacional.
Creo que mientras el número de casos siga creciendo en el mundo occidental y la actividad se siga frenando, los mercados no se centrarán en las medidas políticas, y resulta comprensible. Con respecto a las medidas políticas, ya sean monetarias o fiscales, hemos visto actuaciones fiscales muy drásticas en ciertas partes de Europa, en particular en Reino Unido. Me parece cierta clase de mecanismo de protección. Por ahora, los mercados están realmente centrados en la liquidez y en calcular los efectos que conllevará la convulsiva parada de la actividad.
No obstante, una vez que la propagación se estabilice, y de nuevo, resulta muy peligroso predecirlo, pero una vez que eso empiece a suceder, creo que, de manera razonable, los mercados comenzarán a reconocer de forma correcta la repercusión que tendrá la política fiscal y monetaria, y ese será el mecanismo de protección que empezará a dar a las personas motivos para mirar más allá. Mientras tanto, existe una carrera por la liquidez, eso es lo que estamos viendo en los mercados de renta variable y lo que hemos visto en los mercados crediticios, que efectivamente han dejado de funcionar, pero necesitamos que se produzca esa estabilización.
En cuanto a su pregunta acerca de las valoraciones, creo que resulta bastante interesante que, en algunas partes del mundo emergente, de hecho, en algunas de las empresas de mayor tamaño, en realidad no se está registrando casi ningún efecto en el nivel de precios de las acciones con relación a lo que está sucediendo en el resto de los países. Como inversionistas, creemos que esto refleja cierta lectura de las situaciones actuales, cierta eficiencia de los mercados, pero también un reconocimiento de la exposición que quieren las personas en estos mercados. Con estos acontecimientos, estamos comprobando que las empresas tecnológicas son relativamente defensivas. Sin embargo, dicho esto, consideramos que seguirán siendo las triunfadoras de este período. Empezamos a encontrar gran cantidad de valor en el sector financiero y en algunas esferas de consumo. Sin embargo, probablemente sea demasiado pronto para centrarse en esas esferas. Por tanto, yo diría que existe un gran respaldo de las valoraciones. Debemos analizar esta coyuntura y ver cómo estará el mundo a finales de este año, que es lo que estamos tratando de hacer ahora, y, mientras tanto, permanecer muy cerca de las empresas.
Renee Anderson: Sus opiniones son verdaderamente interesantes, Manraj. Por supuesto, están teniendo lugar otros acontecimientos geopolíticos en todo el mundo. ¿Qué consecuencias tendrán a más largo plazo para los inversionistas? ¿Ve algunos riesgos y oportunidades en líneas generales y tiene en mente una perspectiva a largo plazo?
Manraj Sekhon: Como inversionistas y gestores activos, pese a que se trata de una época terrible para todos, creo que nos brinda la oportunidad de comunicarnos con las empresas, descubrir cómo creemos que saldrán de esta situación y posicionarnos adecuadamente. En mi opinión, es el momento de mostrarnos muy activos y selectivos, y eso es lo que estamos haciendo nosotros.
Los bajos precios de la energía y del petróleo, en general, son buenos para Asia. No cabe duda de que son favorables para las principales economías asiáticas, como China y Corea del Sur, además de Japón y la India.
Retomo la pregunta acerca de las oportunidades que revisten un mayor interés para nosotros. Diría que Asia del Norte es una de ellas; a medida que se recuperen las cadenas de suministro, empezaremos a ver el consumo de un modo selectivo. Yo diría que, probablemente en la categoría media del segmento de consumo, los consumidores de categoría media y baja empezarán a gastar con mayor rapidez. También tenemos la vista puesta en Brasil de nuevo, que ha presentado unos resultados muy sólidos a lo largo del año pasado o de los dos últimos años. Hemos sido testigos de una fuerte corrección en ese mercado. En mi opinión, se trata de una opción al reconsiderarlo, porque el programa político brasileño no ha variado. El perfil de crecimiento permanece intacto en esta situación. Se trata de otro ámbito que estamos vigilando de cerca. En definitiva, destacaría esas dos esferas en particular.
Renee Anderson: Unas aportaciones excepcionales. Gracias, Manraj, por compartir con nosotros sus opiniones y perspectivas en el día de hoy.
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