Aventuras de inversión en mercados emergentes

América Latina

Hacerse camino en los mercados emergentes en momentos de incertidumbre: esta fase también se superará

Aunque la actividad económica de muchos países se ha detenido o ralentizado de forma drástica debido al brote de coronavirus, Andrew Ness, de Franklin Templeton Emerging Markets Equity, sigue pensando que existe un potencial subyacente a largo plazo en los mercados emergentes. El comparte los detalles sobre lo que busca como inversor en este período de gran incertidumbre, que finalmente pasará.

En las últimas semanas, la actividad económica de los mercados emergentes se ha frenado, las divisas se han debilitado y los mercados de renta variable han caído a medida que el coronavirus se ha extendido por todo el mundo. Aunque esta situación es bastante singular, no es la primera vez que se ha producido una crisis en mi trayectoria profesional. Nuestro equipo de mercados emergentes cuenta con décadas de experiencia de inversión en períodos de gran volatilidad, y esto nos ha ayudado a mantener la calma durante la crisis actual. No hay pánico en el equipo: sabemos que este período pasará y todo se recuperará.

Nuestro equipo no solo cuenta con buenos recursos, sino que tiene sedes locales, con presencia en 16 países y diferentes zonas horarias. Creemos que esta es una ventaja competitiva fundamental. Por ejemplo, está claro que ha sido muy útil contar con un equipo sobre el terreno en Hong Kong y Shanghái durante este difícil período para ayudarnos a entender mejor lo que está ocurriendo en el terreno en China.

Desde el origen del brote de coronavirus, nuestros equipos de Hong Kong y China han mantenido más de 500 reuniones y llamadas con las empresas y los especialistas industriales para conocer cómo ha afectado esta crisis a las operaciones comerciales. Evidentemente, esta crisis ha afectado a los mercados de todo el mundo y la volatilidad sigue siendo muy alta. Las fluctuaciones de los precios han sido drásticas; por ejemplo, hemos observado ochos cambios absolutos de +/- 4 % en el MSCI Emerging Markets Index en las últimas dos semanas de marzo1. De modo que, efectivamente, estamos asistiendo a cambios indiscriminados en los mercados, y los factores fundamentales están teniendo muy poca repercusión en los lugares en los que se negocian las acciones.

Hemos observado una debilidad casi generalizada, con una caída repentina en la actividad de los consumidores, la cual ha afectado de forma negativa a empresas que tratan directamente con clientes, como las marcas de ropa deportiva, los fabricantes de automóviles y los propietarios de casinos. La caída del precio del petróleo también ha influido en las acciones de sectores relacionados y, en general, las acciones bancarias han sido igualmente débiles en medio de la desaceleración del crecimiento de los préstamos y el crédito.

No obstante, no creemos que vaya a haber crisis bancarias sistémicas en los mercados emergentes. En general, los bancos cuentan con grandes capitales y los organismos reguladores han estado haciendo un buen trabajo en la supervisión de los mercados. Creemos que cuando la crisis pase, las acciones bancarias deberían mantenerse en una buena posición para recuperar el crecimiento, dados los bajos niveles de penetración del crédito en la clase de activos.

Un enfoque de inversión calmado y racional

En un momento en el que los confinamientos de los distintos países causados por el coronavirus han agravado las preocupaciones de los inversores, la crisis no ha cambiado nuestra filosofía de inversión en favor de acciones de mercados emergentes. Seguimos optando por empresas competitivas con una buena gestión y que muestren un potencial de ganancias sostenible a largo plazo, así como valoraciones atractivas.

Nuestro enfoque ha sido calmado y racional, sin pánico.

Al entrar en esta crisis, adoptamos un enfoque diversificado en nuestras carteras, con acciones que reflejan nuestra filosofía de tenencia de empresas de buena calidad con potencial de ganancias sostenible a largo plazo con descuento con relación a su valor intrínseco. Buscamos empresas con grandes capitales y somos conscientes del apalancamiento; preferimos empresas con un apalancamiento bajo o adecuado. Por este motivo, no hemos realizado cambios significativos en nuestras carteras en vista de la crisis, aunque hemos reducido o abandonado algunas inversiones en empresas cuya actividad creemos que sufrirá una repercusión negativa a largo plazo y cuyos precios de las acciones no se han corregido de acuerdo con la repercusión negativa prevista en la actividad.

Actualmente, preferimos empresas que estén expuestas a áreas de crecimiento estructural y tengan margen para obtener una cuota de mercado gracias a sus ventajas competitivas, ya sea mediante la generación de flujo de caja, la cuota de mercado existente o el liderazgo tecnológico. Por ejemplo, el uso de las plataformas de mensajería, juegos y entretenimiento en línea ha crecido de manera significativa durante el período de confinamiento por el coronavirus, y hemos observado que existen determinadas oportunidades en otro tipo de empresas, como las aseguradoras, por ejemplo.

El coronavirus plantea preguntas a largo plazo

Todavía está por ver el grado y la duración de la destrucción de la demanda en las economías desarrolladas causada por el coronavirus.

Nos estamos planteando diferentes preguntas sobre las repercusiones a largo plazo de la crisis y sobre lo que podría suponer para la economía y las empresas en las que valoramos la posibilidad de invertir, porque creemos que es probable que el mundo sea diferente cuando salgamos de esta crisis.

Estas preguntas se centran en los siguientes aspectos:

  • La repercusión en las cadenas de suministro de los productos sanitarios, tecnológicos y otros productos esenciales, y el grado en que los clientes finales y las empresas están dispuestos a pagar más por una mayor seguridad del suministro.
  • El grado y la duración de la destrucción de la demanda en las economías desarrolladas causada por el COVID-19.
  • La posible respuesta normativa de las autoridades a nivel mundial y su repercusión, incluidas las consecuencias no previstas. Sabemos que, al entrar en esta crisis, el mundo desarrollado contaba con demasiada deuda, de modo que deberíamos esperar que la política gubernamental agravase aún más los desequilibrios después de la crisis.
  • De igual forma, antes de la crisis observamos diferenciales históricos entre los factores de estilo, y es posible que el resultado de la crisis sea un sesgo continuado con respecto a acciones de estilo «growth» alejadas del valor.

Seguimos utilizando a nuestros equipos con sedes locales en todo el mundo para observar lo que está pasando sobre el terreno en los mercados emergentes. Dado que no tenemos una fecha de fin establecida para la pandemia a la vista, sopesaremos si el distanciamiento social se normalizará en el futuro y si algunas empresas pueden salir beneficiadas ante cualquier cambio de comportamiento permanente que tenga lugar en la sociedad a medida que la tecnología adquiera una aceptación más contundente.

Aunque esperamos ver grandes bajadas en las ganancias de 2020 en la mayoría de países y sectores, también prevemos una recuperación considerable de estas en algún momento en el futuro, cuando la crisis del virus haya acabado. La perspectiva inmediata de la economía mundial sigue siendo muy incierta, pero creemos que nuestro enfoque en fundamentos a largo plazo debería ayudarnos a hacer frente a los desafíos durante los próximos meses.

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¿Cuáles son los riesgos?

Todas las inversiones conllevan riesgos, incluida la posible pérdida de capital. Los precios de las acciones experimentan fluctuaciones, a veces rápidas y drásticas, debido a factores que afectan a empresas concretas, industrias o sectores específicos, o condiciones generales de mercado. La inversión en el extranjero entraña riesgos especiales, entre ellos el riesgo de fluctuaciones cambiarias, de inestabilidad económica y de acontecimientos políticos adversos. Las inversiones en mercados emergentes entrañan riesgos más altos relacionados con esos mismos factores. En la medida en que una estrategia se concentre en países, regiones, industrias, sectores o tipos de inversión específicos en cada momento, puede estar expuesta a riesgos mayores por sucesos adversos acaecidos en esas áreas concretas en comparación con otra estrategia que invierta en una variedad más amplia de países, regiones, industrias, sectores o inversiones.

1.MSCI Emerging Markets Index recoge una muestra de valores de mediana y alta capitalización en 26 países de mercados emergentes. Los índices no están gestionados y no se puede invertir directamente en ellos. Tampoco incluyen comisiones, gastos ni costes de suscripción. La rentabilidad pasada no es un indicador ni garantía de la rentabilidad futura.